jueves, 7 de marzo de 2013

COMERCIOS vs TITANES

María Requena Juan
Carmen Guitián García de Parada

Pamplona cuenta con una oferta comercial de 2.726 establecimientos. Dentro del casco antiguo y del ensanche se concentra el 67 % del total de los establecimientos de la ciudad. Pero muchos de estos pequeños comercios viven la crisis viendo peligrar sus negocios. La antigüedad y la especialización de estos comercios hace que se vean incapaces de luchar contra el negocio en Internet y las grandes superficies como por ejemplo El Corte Inglés, inaugurado en octubre de 2005.

Veo peligrar mi negocio, las grandes superficies hacen daño y no se está haciendo nada para incentivar a la gente a comprar”, afirma angustiado Edorta Abinzano, propietario de Radio Far, un pequeño negocio en el que vende radios, mp3 y otros artículos tecnológicos, sita en la Avenida Conde Oliveto número 2.  Abinzano afirma que ha medida que ha ido avanzando la crisis ha habido una gran disminución de ingresos. Años atrás no le importaba hacer pedidos grandes y quedarse con existencias, ahora pide lo justo para no quedarse con nada, o por lo menos intentarlo. Los pedidos a sus proveedores han disminuido hasta un tercio. “Mándame, ya se venderán”, esta frase, que indica una cierta tranquilidad económica, ya no es apta para el ambiente que se respira en Radio Far.

El Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra no dan nada, más bien quitan. En lo único que piensan es en ellos mismo y en los grandes, en el pequeño piensan más bien poco. Si verdaderamente pensasen en nosotros, Pamplona no estaría como está a nivel de locales cerrados”, cuenta indignado el vendedor de radios.

Actualmente, los habitantes de Pamplona han perdido la ilusión de comprar. Antes los clientes al ir a las tiendas preguntaban por los productos, a pesar de no comprar nada. Los comerciantes se quejan de que ahora ni siquiera preguntan, por eso las ventas se han visto tan perjudicadas. “Si no se pregunta, no se vende”.

En su día nuestra querida alcaldesa, hoy presidenta, puso ese 'monstruo'-refiriéndose al Corte Inglés- porque según ella se iban todos a Zaragoza a comprar en vez de quedarse aquí”. El comerciante considera que tienen que primar las compras que se realizan en Pamplona, en vez de pensar en los clientes que se van a otras ciudades. Deberían potenciar el consumo en la ciudad, y pensar que creando estas grandes superficies en el centro de la ciudad se dan 400 puestos de trabajo, pero hacen que lo pierdan 1200 personas.


Edorta Abinzano, tras una larga jornada laboral, cierra su pequeño establecimiento




Ante la necesidad de un salvavidas para su comercio, Edorta Abinzano, forma parte de la asociación del área comercial del Ensanche, cuyos objetivos se centran en apoyar a los pequeños comercios de manera unificada y luchar con las empresas para cubrir sus necesidades diarias. La gerente de esta asociación, Amaya Villanueva, asegura que es necesario hacer más fuerza para defender los derechos del comercio ante las instituciones, intentar apoyar a todos los comercios, cada uno en lo que necesite, y dinamizar la zona comercial, creando aparcamientos gratuitos para incentivar a la gente a comprar por el centro de la ciudad y que no se vayan a los centros comerciales. “Debido a la mala situación económica del Ayuntamiento, no hay presupuesto para esto, pero seguimos insistiendo”. La gerente también ha asegurado que esta insuficiencia económica les lleva a aceptar que estas Navidades no van a poder realizar actividades, solo podrán apoyar a las que realice el Ayuntamiento de Pamplona. “Ahora andamos con la soga un poco al cuello”.

Amaya Villanueva afirma que el ir de compras por el centro histórico es una experiencia diferente, porque vas paseando, te tomas algo en una terraza, entras en diversas tiendas o te encuentras con un amigo, Es recuperar viejas costumbres como dar paseos, las relaciones humanas de las ciudades, el estar al aire libre etc.


Amancio Ortega Street

Zara, Massimo Dutti, Ulanka, Bershka, Uterqüe, Pull and bear, Zara Home o Stradivarius son algunos de los negocios de Inditex que llenan la Avenida de Carlos III, una de las calles más transitadas de la ciudad. Son tiendas muy repetidas, que dejan de lado a los pequeños comercios más tradicionales que se sitúan en las perpendiculares o paralelas a la avenida. Los ciudadanos al obcecarse con estas tiendas, pierden la oportunidad de poder entrar en tiendas con más encanto, con un perfil más diferenciado. La asociación quiere potenciar la venta en estos pequeños comercios ya que los clientes recibirán una atención más personalizada. Por otro lado, los comerciantes quieren saber cuáles son las calles del futuro por las que transitarán los peatones el día de mañana. La asociación del área comercial del Ensanche pidió a unos arquitectos y especialistas en comercio humano que averiguasen qué calles, en el futuro, iban a ser las más transitadas. De esta forma los pequeños comerciantes, podrían cambiar de lugar su establecimiento, aunque esto suponga la pérdida de la inversión del local en el que están. 


Amaya Villanueva, gerente de la asociación, en su puesto de trabajo


El plan de estudio lo pedimos en verano de 2011, y todavía no han contactado con el arquitecto, excepto un par de veces. No sabemos cuando van a empezar, todavía no nos han contestado nada en claro”, sostiene la gerente.

Hasta que este proyecto no de frutos, las asociaciones del área comercial solo pueden recomendar a estos pequeños comerciantes que se introduzcan en el mundo tecnológico: redes sociales, anuncios, compra y venta por Internet, etc. La verdadera competencia está en Internet, más que en las grandes superficies, hay mucha variedad de precios y más oferta. A pesar de esto Villanueva afirma que los comerciantes más veteranos no están dispuestos a meterse en este ámbito, ya que tienen el local pagado, un pequeño margen para vivir y no necesitan innovar a estas alturas.


Pre-jubilación

Mario Goñi Cana y su mujer son dueños de la joyería J.L.Goñi, sita en la calle Estafeta número 39. La tienda con 65 años a sus espaldas está a punto de cerrar sus puertas, ya que a la pareja no les queda mucho para jubilarse. Por esta razón la crisis no les afecta de la misma forma que a otros pequeños comercios. “Nos lo estamos tomando de otra manera, si no estuviéramos a punto de retirarnos, vería peligrar mi negocio, ya que los ingresos han disminuido en un 50% los últimos años”.

La abuela de Ana Ezcurdia también abrió hace 65 años una pequeña zapatería, a la que llamó Calzados July en la calle Sancho El Mayor número 8. A diferencia de los joyeros, la zapatería sigue vigente y con ganas de continuar con el negocio familiar gracias a su nieta que sigue abriendo las puertas a madres primerizas, niñas que van por primera vez al colegio, e incluso universitarias que se asoman al escaparate para ver si su talla de pie se encuentra en una tienda, aparentemente para niños.
Este pequeño comercio ha intentado promocionarse a través de Facebook a pesar de que esto no ha hecho que incrementaran sus ventas. Ana cree que su clientela le es fiel. “Son clientas de toda la vida, es una tienda que tiene su historia, la gente la conoce y son clientes comunes que pasan de generación en generación”. 


Calzados July, tras 65 años vendiendo zapatos, sigue atrayendo a clientes


Nuevos tiempos: nuevas tecnologías

Pero en Pamplona no solo existen comercios antiguos, transferidos de padres a hijos, e incluso de abuelos a nietos. Los jóvenes vienen pisando fuerte con ideas nuevas y muy innovadoras, como por ejemplo una tienda especializada en quesos, una zapatería de tallas muy pequeñas o muy grandes, es decir, ideas que hasta ahora no se habían puesto en práctica.
Los pequeños comercios más veteranos, ante la llegada de estos nuevos comerciantes, se han visto acorralados. La gerente Amaya Villanueva, hace hincapié en que es necesario que los negocios más maduros sean conscientes de que actualmente el negocio en Internet es muy útil y cada vez es más frecuente comprar de esta forma, ya que la gente al salir de casa, no solo realiza compras en las tiendas premeditadas, sino que gasta en otras muchas cosas. Si compras por Internet solo gastas en lo que necesitas. Por esta razón, las asociaciones intentan inculcar en los comerciantes que adentrarse en las nuevas tecnologías solo puede traer cosas buenas, a nivel de ventas y promoción.


Olentzero, sita en la calle Estafeta número 42, es un claro ejemplo de negocio que ha sabido utilizar los nuevos medios para incrementar sus ingresos. El negocio está especializado en productos típicos de Navarra: regalos, artesanía, delicatessen, souvenirs, bordados, trajes regionales, etc. La encargada de la tienda, Maider López, cuenta que desde el primer día que abrieron están en las redes sociales y crearon una página web (www.olentzeroa.com). Gracias a esta, en la que se vende bastante, han podido compensar la bajada de ingresos que ha sufrido la tienda, un 5% menos que el año pasado. “Somos de los afortunados, según he hablado con otros comerciantes, ellos están mucho peor. Creo que todavía no veo peligrar mi negocio, pero como esto siga así mucho tiempo, tendré que cerrar”, sostiene la encargada.


El Ayuntamiento de Pamplona ofrece dos tipos de ayudas. En primer lugar si el comerciante quiere hacer una obra pequeña en su local, el gabinete técnico del Ayuntamiento le asesora y analiza qué tipo de ayuda puede darle. Por otro lado, un comercio puede recibir, por parte del Ayuntamiento, una subvención si realiza una inversión considerable, alrededor de 20.000 euros, en su local.

Maider López es miembro de la asociación del área comercial del casco antiguo y cuenta que, así como la del Ensanche está más favorecida, ellos no reciben ningún tipo de subvención o ayuda. “A día de hoy, desde hace cuatro años, no se ven luces de Navidad en el casco antiguo, porque no hay dinero. El Ayuntamiento de Pamplona ha recortado las subvenciones que se daban a la asociación de comerciantes del casco antiguo. Se nota que el Ayuntamiento no dispone de medios económicos, lo poco que hay lo tenemos que pagar nosotros, los comerciantes”, protesta la encargada.

Olentzero, a pesar de ser una tienda muy especializada y dirigida a un público muy concreto, tiene la gran suerte de vender a lo largo del año. Sus ventas se ven incrementadas en Navidad, con la venta del traje regional y en San Fermín, ya que el turismo es mayor. “Sí que es cierto que el turismo ha disminuido y el tipo de turista ha cambiado. Antes un americano, con el dólar, gastaba mucho dinero y eran los ‘reyes del mambo’, ahora nuestros mejores clientes son los de casa, los de toda la vida”, recuerda Maider López.


El postre

Pero los pequeños comercios no se rinden. Seguirán compitiendo contra las grandes superficies y las ventas por Internet. Para estos negocios El Corte Inglés es un cáncer, y ellos mismos se autodefinen como la metástasis, que son devorados por una gran superficie que llegó al centro con la esperanza de aumentar el comercio.

Esta desesperación de los pequeños comerciantes, que veían que su negocio ‘se iba a pique’, hizo que se concienciaran de que debían hacer algo por salvarlos. Las asociaciones de ayuda a estos negocios se pusieron manos a la obra, intentando, a través de actividades y campañas, promocionar estos pequeños rincones en los que se ofrecía al cliente un producto más especial y exclusivo. (http://vimeo.com/53156652 )

Los 35 euros que pagan, los comerciantes, por hacerse socios de la asociación del área comercial de la zona a la que pertenecen, sirven para crear un vínculo entre ellos, ser ‘una piña’. Juntos luchan para potenciar el comercio de toda la vida, el que te ofrece una mayor especialización y una atención más personalizada. Las grandes superficies están dirigidas a la comodidad del ciudadano, pero así dejamos de lado las oportunidades que nos brinda el ‘ir de compras’ por el centro histórico.



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